Llegarán los años viejos

Cuando a mi piel le falte
la lozanía de la juventud
y mi cabello se empiece a teñir
con la escarcha blanca de los años
sabré que están llegando
los años viejos a mi vida…

Sé, que llegará ese día,
Irremediablemente, como la noche
llega al final del atardecer, todos los días;
pero que se encuentre,
con mi alma eternamente joven,
con la misma luz de vida,
con un corazón lleno de primaveras,
para que no me arrastre,
por el camino del olvido
y las melancolías …
donde sólo las almas, ya viejas,
viven siempre alimentándose
de la soledad y la amargura.

Cuando crea que ya a nadie le importe,
cuando mire la calle a través de un ventanal,
cuando ya nadie me hable,
cuando no haya ya nadie que me exprese amor,
cuando sea invisible al mundo,
Cuando la fortaleza me haya abandonado,
Cuando las melodías ya no me cautiven,
ese día llegará a mí...
los años viejos.

Mientras tenga a alguien,
que me de un tierno beso todas las mañanas,
acaricie mis oídos con bellas palabras,
toque mi corazón con la bondad del amor,
llene mi alma de bellos sentimientos,
mientras sienta el soplo de Dios en mi ser,
los años viejos...
no llegarán a mi vida.

Los años viejos…
¡no son míos! son del tiempo, de las épocas,
de cada historia de la vida,
inmemorables , yacentes, están ahí
pertenecen a la vida , a los recuerdos
que se quedan inmortales en el
pasar de los años …
de cada existencia.

Sí, sígueme sorprendiendo Juventud
con la belleza del florecer de tus capullos,
con el céfiro del mar y el calido viento,
que siempre arrulla mi rostro
con el verdor en cada despertar,
con el calor del sol en mi piel,
con esas fragancias de primavera,
con las alboradas y las noches,
dejándome contemplar la luna y las estrellas,
con los mismos sueños del ayer,
con el mismo amor a la vida,
así Vida, a mi siempre inmarchitable corazón
jamás le tocará vivir...
los años viejos.